La resolución determinó que el actual piso salarial, de $29.160, pasará a ser de $31.104 en septiembre (+9%), $32.000 en octubre (4%) y $33.000 en febrero (3%) con una nueva revisión en marzo.
El año pasado, el salario mínimo había sido fijado en $21.600, encontrando consenso en las cámaras empresarias (Unión Industrial, cámaras de Comercio y Construcción, bancos, agro, Bolsa de Comercio y sector PyME), la CGT, la CTA de los Trabajadores y la CTA Autónoma. Y estuvo varios puntos por encima de la pauta que se había propuesto el gobierno, que oscilaba entre el 46 y 48%.
El impacto del aumento
Tiene importancia en varios factores de la economía ya que, además de ser una guía para las paritarias que deben revisar sus acuerdos en los próximos meses y de ser una referencia eventual para los trabajadores informales, este piso determina el salario social complementario que el Estado paga a los beneficiarios de planes sociales, equivaliendo la mitad del salario mínimo, vital y móvil.
De esta manera, se convierte en un porcentaje que impacta en mayor o menor medida sobre millones de trabajadores formales, informales y beneficiarios de programas sociales.
Fuente: Ámbito
