“Latif era el pordiosero más pobre de la aldea. Cada noche dormía en el zaguán de una casa diferente, frente a la plaza central del pueblo.
Cada día se recostaba debajo de un árbol distinto, con la mano extendida y la mirada perdida en sus pensamientos. Cada tarde comía de la limosna o de los mendrugos que alguna persona caritativa le acercaba.
Sin embargo, a pesar de su aspecto y de la forma de pasar sus días, Latif era considerado por todos, el hombre más sabio del pueblo, quizás no tanto por su inteligencia, sino por todo aquello que había vivido.”
23-11-2012 reflexion
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