La Unión Europea habla mucho y hace poco. Esa es la opinión del FMI, expresada por John Lipsky, el estadounidense a cargo de la entidad financiera desde la detención del francés Dominique Strauss-Kahn, acusado en los Estados Unidos de agredir sexualmente a una empleada del hotel en el que se alojaba.
Lipsky, en un movimiento inédito desde el FMI, exigió a los ministros de Finanzas de la Eurozona que dejen de hablar sobre si Grecia debe o no reestructurar deuda, que abandonen el “debate improductivo” y a ctúen para que la UE se integre económicamente y rápido si quiere evitar ser el germen de otra crisis financiera global.
Declaraciones como las de Lipsky nunca se habían producido.
Nadie desde fuera de Europa le había dicho a la UE que debe integrarse más y el lenguaje directo de Lipsky, exigiendo más que aconsejando, sorprendió a unos ministros que, por otra parte, lo usan entre ellos para dirigirse a su homólogo griego.
Fuente clarín.com.ar
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