Como si fuera parte de la trama de una cautivante telenovela, un gesto político de la presidenta Dilma Rousseff se ha convertido en el gran acontecimiento de los últimos días.
En una carta que algunos analistas califican de histórica, la mandataria se despegó de su padrino político, el popular Luiz Inacio Lula da Silva, y se acercó a quien hasta hace pocos meses era su más acérrimo rival, el ex presidente Fernando Henrique Cardoso.
El viernes, mientras se preparaba para asistir a una fiesta en la que iba a celebrar sus 80 años, Cardoso recibió un inesperado regalo de Rousseff: una carta de felicitaciones repleta de elogios, en la que reconoció el papel clave que jugó el ex jefe de Estado (1995-2002) para lograr la estabilidad económica que Brasil disfruta hoy y por la que Lula se ha llevado todos los laureles.
Fuente clarín.com.ar
Comments are closed.