El transporte público en Atenas y en otras regiones de Grecia quedó paralizado ayer por una serie de huelgas convocadas en protesta por las duras medidas de ajuste y los despidos en el sector público con los que el gobierno griego intenta hacer frente a la dramática crisis financiera y económica en el país.
En Atenas y sus alrededores dejaron de circular los colectivos, los trenes del metro y las transvías. En todo el país suspendieron sus actividades los taxistas, los ferroviarios y los profesores. Los controladores aéreos y otros empleados públicos planean abandonar sus puestos de trabajo durante tres horas a partir del mediodía.
El gobierno griego había anunciado anoche nuevos recortes del gasto público por un monto de 6.000 millones de euros y el proyectado despido de hasta 30.000 empleados públicos.
Clarin.com.ar
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