Creó una Red propia para tener control sobre sus contenidos. Solo el gobierno, los bancos y algunas empresas se librarían de la censura total.
La última vuelta de tuerca para mantener el control de la información en Irán genera pánico entre los internautas y, en especial, entre los disidentes.
Es que el gobierno de Mahmud Ahmadinejad ha creado una Internet propia, desconectada del resto del mundo.
Se trata de una gigantesca red doméstica que aislará a los iraníes de la web mundial y facilitará al régimen la tarea de controlar el flujo de información que navega libremente por Internet.
Ya lo había anunciado en febrero Reza Bagheri, un alto funcionario del Ministerio de Telecomunicaciones de Irán.
Pero ahora la preocupación avanza porque en breve el 60 por ciento de las casas y negocios iraníes estarán conectados a esa red local.
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