De esta manera, el grupo Petersen, de la familia Eskenazi, pasa a controlar el 25% de la petrolera.
Igualmente, la mayoría accionaria seguirá en manos de la española Repsol, que hoy tiene el 58,23% y pretende desprenderse de más acciones hasta quedarse con 51%.
De esta manera, el grupo que controla la familia Eskenazi, se quedará con el 25,46% de la petrolera.
La operación, que se esperaba que se concrete desde hace un mes, se trata de un paso clave en el denominado proceso de “argentinización” de la compañía, cuya mayoría (58,23%) seguirá en manos de Repsol.
El holding local concretó así la opción para quedarse con ese porcentaje adicional de la empresa, cuyo CEO es Sebastián Eskenazi, una decisión que tenía tiempo de llevar a cabo hasta febrero de 2012.