El primer ministro británico, el conservador David Cameron, exhortó a las familias desempleadas del país a dejar de tener hijos y no esperar que el Estado se haga cargo de ellos a través de subsidios públicos, en declaraciones que fueron duramente criticadas por el opositor Partido Laborista, en el pasado impulsor del Estado de bienestar.
Cameron declaró que es “incorrecto” que aquellas familias “que se resisten” a obtener un empleo “esperen que el erario británico financie sus estilos de vida sin límites ”.
Gran Bretaña destina unos 292 mil millones de dólares en forma anual para el pago de subsidios de desempleo, vivienda, discapacidad física y manutención por hijo, entre otras ayudas sociales.
Subrayó también que comparte la “frustración” de familias trabajadoras, que según el premier, se quejan de que otros tienen hijos sin poder mantenerlos, “los cuales terminan siendo financiados por el contribuyente británico”.
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