En un confuso episodio, que derivó en el “presunto suicidio” de un sargento, fue descubierto un faltante de armas en el Batallón de Arsenales 603, en la ciudad santafecina de Fray Luis Beltrán.
A raíz del hecho, el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, ordenó al jefe del Ejército, teniente general Luis Pozzi, el “inmediato pase a disponibilidad de todo el personal que hubiera tenido responsabilidad en el cuidado del armamento”.
La medida alcanza al coronel Enrique Battezzati, jefe de la unidad, que hace sólo doce días había asumido sus funciones en el batallón, creado hace 106 años por el general Pablo Richeri.
Con 30 años de experiencia en el Ejército, el coronel Battezzati reemplazó al teniente coronel Alejandro Holm, que condujo la unidad militar durante los últimos dos años.
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