Tras resistir una semana el fuerte golpe que le provocaron las denuncias de agresión sexual de dos mujeres que trabajaban para él, el secretario de Estado francés de la Función Pública, Georges Tron, dejó ayer su cargo y ahora su destino lo decidirá la Justicia.
Luego de comunicar su renuncia, el funcionario le escribió una carta al presidente Nicolas Sarkozy en la que le comunicó: “en calidad de simple ciudadano, haré reconocer mi inocencia como una cuestión personal”.
Este nuevo caso estalló en la vida política de los franceses cuando aún no se recuperan de las denuncias contra el ex titular del FMI, Dominique Strauss-Kahn, también acusado por delitos sexuales en Estados Unidos.
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