En el 58° aniversario del alzamiento que marcó el inicio de la revolución, el vicepresidente del gobierno cubano, José Ramón Machado Ventura, admitió ayer que la burocracia y los prejuicios frenan la apertura económica del país .
Vestido de guayabera blanca y sombrero campesino, en primera fila con los máximos dirigentes del gobierno y las Fuerzas Armadas, el presidente Raúl Castro no pronunció ningún discurso por segundo año consecutivo.
En cambio, cedió la palabra a Machado Ventura en el acto central del Día de la Rebeldía Nacional, cuando se celebra el fallido asalto al cuartel Moncada.
“La batalla de hoy tiene un frente decisivo en el combate cotidiano y sin tregua contra nuestros propios errores y deficiencias”, expresó Machado Ventura ante miles de cubanos reunidos en la plaza principal de Ciego de Avila, 450 km al este de La Habana. “ Hay que romper definitivamente la mentalidad de la inercia , esa que conduce a esperar mirando para arriba”, agregó.
El vicepresidente hizo un repaso general de algunas de las medidas tomadas por Castro en los últimos meses para “actualizar” el modelo de la isla y hacerlo eficiente, como una reforma agrícola, la apertura a los pequeños negocios privados e inversión extranjera, para dejar atrás el agotado modelo centralizado.
Remarcó que lo que se hizo no son “simples parches” ni “improvisaciones”, sino soluciones definitivas para viejos problemas.
Al comienzo de la ceremonia, que duró una hora y media, se leyó un mensaje del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, para exaltar la celebración del 26 de julio cubano. La Habana festejó con preocupación por la salud de Chávez, gran socio político
Fuente clarín.com.ar
