El 8 de octubre el mundo conmemoró el Día Internacional de la Dislexia. El objetivo de esta jornada es visibilizar el trastorno que afecta al 10% de la población mundial.
La dislexia, es una cuestión neurobiológica y hereditaria. Pero no es el único trastorno que afecta a la población en este sentido, también existen la discalculia y la disortografía: dificultad para calcular y dificultad para escribir ortográficamente. Los tres casos, son considerados como Trastornos Específicos del Aprendizaje.
La Licenciada María del Luján Macarrone, la presidenta de la Asociación “Los Sueños no se leen” – Dislexia Entre Ríos, contó en Radio 9 que, en este trastorno, el cerebro se conforma con una función diferente al resto de las personas: “tiene una percepción distinta del mundo, una percepción, no solamente en lo que engloba a como lo percibe, sino a como lo piensa, como lo siente”.
La dislexia, la discalculia o la disortografía puede detectarse en el nivel inicial, pero en muchos casos, la dificultad surge por no contar con los docentes capacitados en la detección temprana de estos trastornos.
Al no contar con docentes que puedan detectar a un niño en riesgo de tener dislexia o cualquier problema relacionado a su educación y desarrollo, el aprendizaje se dificulta. Aquellos niños que logran aprender a leer y escribir, pese a tener este trastorno y luego de haberle costado mucho más que al resto de sus compañeros, van a tener dificultad en la comprensión del texto: “es tanto el esfuerzo que le ponen para poder decodificar, para poder volver en palabras ese texto escrito que pierden el sentido de lo que están leyendo. Es como una lectura mecánica”, dice María del Luján.
“Si pensamos que el 10% de la población tiene Dislexia y entre un 4 y un 6% Discalculia, estamos hablamos de mucha cantidad de chicos que están teniendo esta dificultad”
María del Luján Macarrone – Presidenta Asociación “Los Sueños no se Leen” – Dislexia Entre Ríos
Marco legal
En Argentina existe la Ley N° 27.306 de Interés Nacional el abordaje integral e interdisciplinario de los sujetos que presentan Dificultades Específicas del Aprendizaje (DEA). El objetivo de esta Ley es garantizar el derecho a la educación de los niños, niñas, adolescentes y adultos que presenten alguna de estas dificultades.
“Se entiende por Dificultades Específicas del Aprendizaje (DEA) a las alteraciones de base neurobiológica, que afectan a los procesos cognitivos relacionados con el lenguaje, la lectura, la escritura y/o el cálculo matemático, con implicaciones significativas, leves, moderadas o graves en el ámbito escolar”
Artículo 3 – Ley 27.306
Obras Sociales
En el artículo 9 de la misma Ley, a la cual adhiere la provincia de Entre Ríos, se especifica que las obras sociales deben reconocer el 100% de la cobertura de los tratamientos. Según nos cuenta la Presidenta de la Asociación “Los sueños no se leen”, aquellos padres que conocen esta ley la utilizan para exigir el derecho de sus hijos, pero “aquellos que las desconocen, lamentablemente se pierden esta cuestión del derecho que les da esta Ley”.
¿La dislexia como “cuestión psicológica”?
María del Luján, cuenta que hasta el año 2010 existía una corriente que sostenía que sí se trataba de una “cuestión psicológica” y, hoy aún existen personas que lo siguen destacando. Pero las neuroimágenes ya han demostrado y descartado que se trate de un problema psicológico: “hay una función cerebral, que es diferente a la del resto. Una función cerebral de la persona que tiene dislexia, es diferente de los normalectores”.
“No todo es psicológico, hay que hacer una buena evaluación, que tenga que ver con lo psicopedagógico y con los test específicos de detección de dificultades específicas del aprendizaje y también, tener en claro que para un diagnóstico de DEA son más o menos 8 sesiones de 40 minutos”
María del Luján Macarrone
