El “Caso Chano” pone sobre la mesa la polémica sobre la Ley de Salud Mental

“Acá sólo hay víctimas, uno es mi hijo. La primera víctima es mi hijo, que está luchando por su vida, la mamá de Amendolara que debe estar sufriendo como yo. Y las mamás de todos los Chanos que piden ayuda y no tienen respuestas”, dijo, entre lágrimas, la mamá de Chano Moreno Charpentier en la puerta del Sanatorio Otamendi donde se encuentra internado el músico.
También pidió que se revea la Ley de Salud Mental para estos casos en particular: “la adicción es una enfermedad”.
Gentileza LN+
En comunicación con el Psicólogo Sergio Sosa analizamos la situación y que implica la Ley Nacional 26.657 de Derecho a la Protección de la Salud Mental.
Esta “situación delicada y triste” deja en evidencia pautas que no se están cumpliendo, no se cumplieron y malas interpretaciones de lo que significa la Ley de Salud Mental.
En lo particular, podemos partir de la vulneración a la intimidad y privacidad de Chano y su familia, en distintos ámbitos y el pedido de ayuda de la madre del músico:
“Si quieren saber lo que padece un adicto, escuchen las letras de mi hijo. Mi hijo hace 20 años que pide ayuda”
Marina Charpentier – Mamá de Chano Moreno Charpentier
Si lo llevamos al ámbito general, ninguna persona está exenta de tener algún padecimiento mental en algún momento de la vida; como así tampoco, estamos exentos de tener la posibilidad de brindar a otra persona los “primeros auxilios psicológicos”.
“Tenemos que pensar la eso de la Salud Mental como más acá, no más allá. […] la Salud Mental es parte de la Salud Integral”
Sergio Sosa – Psicólogo
El caso de Chano impacta y conmueve por tratarse de una persona y artista reconocido en nuestro país y otros países de habla hispana. Pero podemos destacar de esta situación que “cualquiera de nosotros puede ser un portador de esas herramientas o de esos primeros auxilios psicológicos para un otro”, dice Sosa.
Nuestras herramientas a disposición
Escuchar, tener la habilidad de orientar y brindar información, acercarlo a un servicio de salud mental o profesional al que pueda recurrir, son posibilidades que podemos brindar como amigos, compañeros o vecinos. En muchos casos, cuenta el Psicólogo Sosa, “algún profesional de confianza, un docente o una persona afectiva del entorno familiar”, muchas veces son de gran ayuda para estas personas y su motivación.
La convivencia
La Ley de Salud Mental, dice Sosa, “prevé dispositivos de atención con base en lo comunitario para los padecimientos mentales”.
Esta ley no prohíbe las internaciones, sino que prevé la posibilidad de realizar intervenciones para una internación involuntaria en caso de que exista un riesgo para sí o para terceros. Pero, se trabaja para que esa internación termine lo más pronto posible.
“En cuanto a la persona con este padecimiento mental, esté con posibilidades de dimensionar la situación en la que se encuentra y registrar su padecimiento y las situaciones de riesgo que implica no tratar su padecimiento, se trabaja en función de que la internación, si fuera necesaria, se convierta en voluntaria y, de esa forma, trabajar pensando en la externación, en las posibilidades y condiciones de una externación”.
Sergio Sosa – Psicólogo
La Ley sancionada en el año 2010, todavía no logra completar su objetivo.
Aún queda mucho camino por recorrer. Y esto requiere de un trabajo en conjunto del ámbito de la salud mental y la salud en general.