La enfermedad de los porcinos, cuyo virus tiene la capacidad de permanecer viable en materia orgánica por largos periodos, tiene alta letalidad y, por lo cual, no existe una vacuna eficaz que permita su contención.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) declaró que Argentina “es históricamente libre de Peste Porcina Africana” pero, sin embargo, entre los años 2016 y 2020 el patrón global de distribución del virus revela “un grave deterioro debido a la propagación de la enfermedad, principalmente en Europa y Asia, después de la primera ocurrencia en China en 2018”.
En julio, el Laboratorio de Diagnóstico de Enfermedades de Animales Extranjeros del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) informó que el virus de la PPA fue detectado en muestras de cerdos recolectadas en República Dominicana. Este dato, también fue ratificado por el país caribeño a través de notificaciones de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), aclarando que estos brotes habían comenzado en el mes de abril.
A través de la Resolución 564/2021, publicada en el Boletín Oficial, el Senasa expresó: “resulta imprescindible reforzar los niveles de prevención de ingreso, exposición y diseminación, a fin de evitar la introducción de la enfermedad en el Territorio Nacional”.
En este sentido el organismo declaró “Alerta Sanitario en todo el territorio de la República Argentina, con motivo de la presencia en cerdos domésticos de focos de infección del virus de Peste Porcina Africana en la República Dominicana y Haití, y su potencial propagación por el continente americano”Es por esto que se solicitó que se adoptaran nuevas medidas de prevención y se fortalezcan las ya existentes con el objetivo de disminuir el riesgo, exposición y diseminación de la PPA “tanto en cerdos domésticos como asilvestrados y jabalíes, en todo el Territorio Nacional”
