Las autoridades griegas anticiparon parte del plan de ahorro destinado a sanear su economía, y a conformar a sus acreedores, que en la práctica significará una profundización de las duras medidas de ajuste que ya viene soportando la población.
Allí se contemplan privatizaciones de empresas estatales, aumento de impuestos, despidos de empleados públicos, rebaja de subsidios y de masa salarial.
Todo esto para que el país pueda evitar el default y obtener el tramo pendiente de 12.000 millones de euros del salvataje autorizado el año pasado.
La escalada del ajuste está en el marco de un programa restrictivo elaborado en conjunto por el primer ministro Giorgos Papandreu, la Unión Europea, el FMI y el Banco Central Europeo.
Ya fue aprobado por el consejo de ministros y ahora sólo resta que sea convalidado por el Parlamento.
El mayor peso recaerá sobre la clase media y los empleados públicos.
Fuente clarín.com.ar
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