“Escondidos desde esta mañana, lograron desplazarse por esos lugares sin haber sido descubiertos por las fuerzas de seguridad y los sistemas de vigilancia”, indicó en un comunicado la ONG, para quien esa “presencia no violenta en el propio corazón de las centrales prueba su extrema vulnerabilidad”.
Nueve ecologistas habían conseguido subir a la cúpula de uno de los dos reactores del complejo de Nogent-sur-Seine, a un centenar de kilómetros de París con la intención de pintar una señal de peligro, pero los nueve, según la organización, fueron desalojados y detenidos.
Aunque esta primera operación fue descubierta por los agentes, Greenpeace se congratuló de que estos no se hayan percatado de sus intervenciones en otras centrales, en las que se quería “entregar pacíficamente el mensaje de que la energía nuclear segura no existe”.
Fuente: ambito.com
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