La música de las plantas


Cuando la tecnología se pone a disposición de entender lo que nos rodea, los descubrimientos siempre son maravillosos. Mucho más si lo que nos decidimos a investigar es fruto de la naturaleza.
Este es el caso de Rodrigo Tamay, un artista sonoro y productor musical argentino, que desde el 2018 comenzó a experimentar con la biosonificación. A través de esta técnica, se traduce la biodata que hay en organismos vivos en sonido. Esto nos permite aprender más de estos organismos e incluso interactuar con ellos al darle la posibilidad de expresarse.
¿Cómo funciona la biosonificación?
Es una disciplina que fusiona la naturaleza, la ciencia, la tecnología y la música. Las plantas (al igual que otros organismos vivos) se comunican a través de conductividad eléctrica generando microfluctuaciones.
Si analizamos la fotosíntesis (proceso que hace la planta para obtener su alimento) veremos que las raíces absorben agua y minerales del suelo, esta mezcla forma la savia bruta que se transporta a través del tallo hasta las hojas. Las hojas absorben aire y luz solar provocando una reacción química que transforma la savia bruta en alimento (savia elaborada) viajando a distintas partes de la planta gracias a las diferencias de conductividad eléctrica.
Justamente estas fluctuaciones eléctricas son recogidas por dos electrodos colocados en la planta y se envían a un microprocesador que traduce en tiempo real la información eléctrica en melodías o ritmos. Interesante es que esa información ahora convertida en música, puede acoplarse a cualquier instrumento mediante un dispositivo MIDI (una interfaz digital) e interactuar con otros instrumentos.
Rodrigo Tamay aclara que su rol en este proceso se lo denomina facilitador en lugar de compositor. Es un rol más pasivo en el que su tarea es asignarle voz a la planta mediante un diseño sonoro.
¿Las plantas nos escuchan?
Existen hipótesis que aseguran que las plantas son capaces de reaccionar ante la voz humana e incluso a las emociones de sus cuidadores.
La ciencia no ha podido comprobar esto, aunque si se demostró que hay plantas que liberan sustancias químicas al percibir las vibraciones que hacen los insectos al masticar. Este fenómeno, al que han llamado «imprimación», recuerda al funcionamiento del sistema inmune, puesto que después de una primera agresión, la planta se prepara para responder a otras en el futuro.
Las experiencias que arroja la biosonificación demuestran que las plantas producen mayor cantidad y más bellas melodías en el momento que reciben atención. Existen videos en los que se ve que la melodía se transforma mientras que es regada y acariciada. Las variaciones eléctricas de las plantas producen melodías perfectamente afinadas y que no suelen repetirse.
Si este artículo le ha generado la intriga de oír a las plantas, pueden observar la siguiente sesión de biosonificación.