Interés general

La pandemia que cambió el mundo

La pandemia aún no termina. Ya llevamos más de 9 meses metidos en un mundo que busca una “nueva normalidad” o al menos lo intenta. 

La salud física y mental de la población, hace un tiempo es tema de agenda dentro del sistema sanitario y en la opinión pública. Es por eso, que nos comunicamos con la Socióloga Natalia Marcó y el Lic. en Ciencias Sociales Gastón Vaca Cardoso; intentando descifrar cómo la sociedad se desenvuelve en este contexto.

La pandemia que ha modificado la vida del mundo

Natalia: “La pandemia ha venido a instalar nuevas estructuras, nuevas formas de estar en contacto con las personas, nuevos modos de producción. Eso es interesantísimo porque desde lo físico muchos se tuvieron que trasladar a lo virtual y ha sido un aprendizaje enorme. Algunas empresas e instituciones aún siguen aprendiendo por lo tanto la pandemia fue un gran sacudón y está siendo todavía un gran sacudón para todos. Yo creo que al ocurrir en todo el mundo prendemos la tele, prendemos la radio, por todos lados está todo el mundo igual y no se si es un poco esto de “un mal de muchos consuelo de tontos”, pero uno se siente acompañado en los hábitos. Uno dice “mirá cómo en China ,en Japón, mirá el barbijo. Acá nomás en Caseros, mirá en Villa Elisa”. Es algo muy trascendental”.

Gastón: “El tema de los hábitos que han cambiado desde las empresas, las organizaciones y el Estado, también del usuario, el alumno, el empleado. Hoy cambiar la oficina por la casa como espacio laboral, o el aula por la casa, trae trastornos psicológicos. Esa sensación que no es el espacio al que uno está acostumbrado, aquellas personas que venimos de otro tiempo, el trabajo es fuera de la casa, el club es fuera de la casa, el café es fuera de la casa. Y hoy poner todo dentro de la casa genera malestar. Es la ventana a la que nos enfrentamos como nuevas habilidades, tenemos que estar preparados.”

El aspecto social

Natalia: “Lo que puso en relevancia esta pandemia es justamente, el valor de lo social, del encuentro. Que tal vez lo teníamos así como de taquito, muy cómodo. Que salíamos, que veníamos, que entrábamos. Y de repente este enjaulamiento en que nos sentimos nos hace valorar muchísimo más el encuentro, un asadito con los amigos con la familia, la ida a la playa. Entonces siempre los pro y los contra. Pero esto de una pandemia imaginemos que es mucho mayor que una epidemia y es muchísimo mayor que una pequeña enfermedad de una familia. Entonces, cómo esto ha sido de tamaño tremendo exige esta pandemia de parte de la conducta social también un tamaño tremendo. ¿Qué quiero decir? que el esfuerzo nuestro tiene que ser mayor al habitual y tiene que seguir siendo mayor. La pandemia para nada finalizó. Vienen las fiestas es delicado por el encuentro social, por el encuentro social es delicado y porque nos extrañamos horrores y bueno entonces tienen que seguir siendo nuestro esfuerzo mayor porque la pandemia así lo exige.”

Gastón: Sobre las conductas sociales, nosotros observamos a nuestra humilde mirada, cómo cambia. En el ámbito laboral uno se conduce de alguna forma distinta que al ámbito social o familiar. Digo: esto en un requerimiento de un protocolo. Si uno va a un negocio o un comercio, los que pueden ir a trabajar a alguna oficina, digamos como que toman conciencia o se sienten obligados a tomar consciencia y utilizan el protocolos, en las reuniones familiares y sociales ha quedado un poquito más relegado.”

Cuando la Autoridad no predica con el ejemplo

Gastón: Obviamente que tiene un impacto que genera duda, porque si te dicen una cosa y haces otra. En cualquier ámbito, sea político, laboral o familiar. Acerquémonos al ámbito familiar: si tu papá o tu mamá te dicen tal cosa y después hacen otra ya te genera un problema para entender qué es lo que tenés que hacer y qué es lo que está bien. Siempre nosotros tomamos el tema más allá de la autoridad, que bien dictó las ordenanzas Nacionales, Provinciales o Municipales, está la responsabilidad individual que ahí hacemos la diferencia. Cuidar al otro, ponerme en el lugar del otro.

Natalia: “Si nos preguntamos por la autoridad que lógicamente se entiende, en una Nación es el Presidente, en casa es papá y mamá, etc. pero también como autoridad está nuestra base ética y lo ético es no contagiar al otro, lo ético es llegar la mayor cantidad de gente viva a la vacuna. Eso es lo ético. […]. Llevamos 10 meses de aprendizaje, algo tenemos que haber aprendido. Hay que cuidar al otro.

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