Prohibición de reunirse, manifestarse, acampar. Lo han resuelto la Junta Electoral Central, el Tribunal Supremo, el Tribunal Constitucional.
Pero en la Puerta del Sol, y en más de 60 plazas españolas, rodeadas por fuertes efectivos policiales antidisturbios, el “movimiento de los indignados”, sigue haciendo historia proclamando que se quedarán pese a todo. Esta más fuerte que nunca y ya desborda España.
“Reflexionamos y nos quedamos”, coreaba una multitud enorme, cuyos líderes llaman a no votar como expresión política de rechazo.
Con un redoble de palmas, a la flamenca, informaban: “La plaza se queda”.
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