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¡Salud Campeón!

Por Cristian Barreto

¡Somos Campeones del Mundo! Tenemos tres estrellas y eso es lo importante. Pero alguna vez nos preguntamos ¿Qué es ser campeón?, ¿Cuál es el origen del término? y ¿Por qué se levanta una copa?

Muchas palabras que usamos en nuestro vocabulario cotidiano provienen del ámbito militar. Según narra el periodista y escritor Daniel Balmaceda en su libro “El apasionante origen de las palabras” (Sudamericana 2020) la palabra soldado hace alusión a aquellos hombres que percibían un sueldo por desempeñarse como guerreros, y sueldo deriva de solidus nummus que significa moneda sólida en latín.

Un soldado era un profesional en la materia, y por ende debía ejercitarse para estar en forma. De allí se desprende el término ejército. A su vez dentro de la tropa (palabra de origen galo troupe) había quienes se desempeñaban a ser soldados de tiempo completo, ese era su oficio y se los llamaba oficiales. Mientras que otros solo eran reclutados para una determinada batalla.

Los ejércitos eran normalmente comandados por el rey de determinada región, cuyos súbditos formaban parte de su regimiento. En cada ejército había un grupo de hombres avezados para el combate, que se desenvolvían con autoridad dentro del campo de batalla, a los cuales se los llamaba campeadores o campeones. Por tal motivo la palabra campeón era sinónimo de luchador.

¿Y por qué los campeones alzan una copa?

Una vieja costumbre inglesa cuenta de que durante la coronación del nuevo monarca se realizaba una ceremonia de toma de posesión del reino y la aceptación de los lores en el Westminster Hall, una de las salas más antiguas del Parlamento británico y dónde recientemente miles de personas desfilaron ante el féretro de la reina Isabel II.  

Allí mientras el monarca disfrutaba de la mesa con sus hombres, irrumpía en la sala el campeón del rey, un caballero que ingresaba montado a su caballo, con una reluciente armadura y con actitud guerrera. A su lado a pie, el heraldo del campeón (mensajero) que preguntaba a viva voz si había algún presente que osara cuestionar la coronación, puesto que él estaba ahí para hacer valer los derechos de su señor y enfrentar en combate a quien lo contradijera.

Ante el silencio, el rey tomaba un sorbo de vino en honor de su campeón y le enviaba la copa casi llena. El caballero la bebía por completo y luego la alzaba mientras recibía una ovación. La copa no era devuelta, se conservaba como un obsequio de Su Majestad.

Aquí radica la explicación del por qué en el deporte un campeón recibe una copa y es alzada entre aplausos y gritos.

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