Los padres les habían pagado el viaje a La Falda, Córdoba y ante la iniciativa del padre de una alumna de la escuela Juan Balestra, de Belgrano, se le vino a la mente el chofer borracho que terminó protagonizando la muerte de 9 alumnos y un docente del colegio Ecos.
Fue así que pidió al gobierno de la Ciudad que fuera a la puerta del colegio a controlar que los conductores no salieran a la ruta alcoholizados.
Y ahí la sorpresa. Uno de ellos tenía 1,67 gramos por litro de alcohol en sangre: la evidencia de unas nueve copas de vino.
Pero el hombre no les dio tiempo a nada. Cuando los padres estaban empezando a indignarse, se fugó.
El micro de dos pisos de la empresa Ciucio –contratado a través de la compañía de viajes educativos Voaf– tenía que pasar por tres colegios a buscar a 50 alumnos de séptimo grado.
Pero cuando llegó a la escuela Juan Balestra, en Arcos y Monroe, lo esperaban los agentes de la Dirección de Seguridad vial de la Ciudad.
“Uno de los choferes dio 0. Y el otro dio positivo y muy elevado. “El chofer decía que había tomado dos vasos de vino la noche anterior.
Los agentes le contestaban: ‘O te los tomaste recién o anoche tomaste dos botellas”. El índice (1,67) es el más alto registrado por un chofer de viaje de egresados.
Fuente clarín.com.ar
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