Una sorprendente y devastadora serie de tornados, generados por una conjunción meteorológica, arrasaron pueblos enteros en una ancha franja del sur de Estados Unidos y mataron por lo menos a 300 personas.
Dos ciudades importantes de Alabama figuraron entre los lugares devastados por una de las peores olas de tornados en la historia del país.
El presidente Barack Obama dijo que visitará Aabama para examinar los daños, reunirse con el gobernador y las familias afectadas por la tormenta.
El mandatario transmitió ya su pésame en una conversación telefónica que mantuvo con el gobernador Robert Bentley y aprobó su petición de ayuda federal de emergencia.
La oficina de pronósticos meteorológicos en Norman, Oklahoma, dijo que recibió más de 160 reportes de tornados de las distintas regiones.
El meteorólogo Dave Imy dijo que la cifra de muertos era la más alta desde 1974, cuando murieron 315 personas.
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