Los aborígenes formoseños que mantuvieron durante cinco días cortada la avenida 9 de Julio levantaron el piquete el sábado a la mañana.
Fue después de que agentes de la Policía Federal llegaran al lugar, en el cruce con Avenida de Mayo, y les comunicaran que tenían una intimación de desalojo firmada por la fiscalía contravencional N°4 de la Ciudad.
Entonces, los indígenas de la etnia Qom aceptaron instalar sus carpas sobre las plazoletas que están sobre la avenida 9 de Julio, para continuar la protesta sin afectar la circulación.
Unos 100 agentes llegaron hasta el lugar con carros de asalto y se mostraron dispuestos a realizar el desalojo, ante lo cual los indígenas de la comunidad La Primavera para evitar la represión aceptaron firmar un acta y liberar la avenida.
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